martes, 29 de septiembre de 2009

Yo sé

Yo sé. Pero no tengo las pruebas. No tengo ni siquiera indicios. Yo sé porque soy un intelectual, un escritor, que intenta seguir todo lo que pasa, conocer todo lo que se escribe sobre ello, imaginar todo sobre lo que no se sabe o se calla; que coordina hechos lejanos, que junta trozos desorganizados, fragmentarios de un completo cuadro coherente, que restablece la lógica allá donde parecen reinar la arbitrariedad, la locura y el misterio [...] Ahora bien, el problema es el siguiente: los periodistas y los políticos, aun teniendo quizá pruebas, indicios seguro, no dicen los nombres.
¿A quién compete decir estos nombres? Evidentemente a quien no sólo tiene el valor necesario, sino que, juntamente, no está comprometido en la práctica con el poder y, además no tiene, por definición, nada que perder: esto es, un intelectual. Un intelectual podría, pues, perfectamente decir en público esos nombres: pero él no tiene pruebas ni indicios”
Pier Paolo Pasolini